//sin meca darle luz//ra de zin culla sem//línea le cruza dsm//le zurcí al desman
Necesariamente el síntoma acontece ante lo real entre lo familiar y lo interpretativo.
Sin recordar cuándo la idea se le plantó, más allá de una ligera sensación al cruzar un puente sobre unos tablones de obra en construcción. Pero cómo creer en la constancia del hecho o habrá sido la lectura de algún cuento de esa época en que le tomo gusto al terror. Aunque desaprobaba la perversión quién puede negarse el gusto por lo tétrico, macabro, prolongación del punto del goce. Parece que a ese real han llegado unos cuantos y así mueren encerrados en el armario. Que decepción y sin embargo la idea la rodeaba, la atraía hacía sí, tiraba de sí y la llevaba a la conclusión, la posibilidad. No sería como la última película en que el suicida recorría todo el argumento con los intentos, volviéndolo poco creíble. No, ella podría llegar al final.
Él en cierta forma la había advertido. Su comportamiento irrestricto, nada errático,siempre poniendo los puntos sobre las íes y las pausas entre cita y cita, respetándo a rajatabla sus noes. Ni una llamada fuera de lugar ni un encuentro furtivo. Dejaba que ella tomase el tiempo necesario para decidir qué hacer a la siguiente cita. Un gusto de hombre mirasele por donde se le mirase. Y cayó redondita, a lo largo, de pies a cabeza, en esa tertulia de dos veces a la semana con salida incluida cada mes. Qué iba a pensar ella que el ritmo lo estaba imponiendo él, si ella era libre de elegir.
El comienzo del otoño es la época propicia. El depredador busca alimento para pasar el invierno. La víctima lo eligirá entre los más indefensos. Hembras y crías son de un sabor y terneza particular. No es lo que piense, así es como relata el observador. Ahí está asomando bajo el ábside del monte sus finas cornamentas, el nerviosismo y el olfato aumentan la concentración del depredador.
Quizá la idea fue tomando forma cuando él comentó el viaje a las pozas de baño caliente donde se habían amado por vez primera, contado por él pues ella nada recordaba. O la vez que reclamando ella un poco de atención y lamentando en voz alta la falta de descendencia, él le reprochó los abortos ¿Cuándo fue aquello? se preguntaba ella.
Y ante la avidez de ella queriendo un abrazo al otro día de la relación para prolongar la intimidad, de lo que tampoco se acordaba, él exclamó con epítetos como: insaciable, demandante, enferma mental.
O cuando al salir de la consulta con el ánimo arrastrándolo por el diagnóstico: más de una personalidad; por eso ella no recordaba nada. Él padecía el síndrome de personalidad múltiple que lo hacía vivir otras vidas paralelas y por eso a ella la confundía con su menos querida. Siendo que ella era la única que permanecía fiel a sus designios. Si no tengo hijos es porque otra los tuvo en mi lugar. Ahora quizá sería mejor ni verlo.
Estos días no noto mejoría. Sino una repetición, son las mismas imágenes, las mismas frases, los mismos chistes que dejan un gusto a desabrido. Ahora recién me doy cuenta que nunca profundizaremos, he estado veinte años atada a una máscara. Los recuerdos vividos a través de su relato no son míos ni puedo retener recuerdo alguno que nos una en alguna forma. Todos estamos en el infierno pero si yo dejo de creer entonces caería al infierno de la desesperanza. Necesito creer y no importa en qué. Hace rato andamos a la intemperie. Los de adentro están condenados. Los de fuera somos como el niño que juega por primera vez con fuego y aún no se quema. Entonces repite el acercamiento, pone el dedo en la llama y como el umbral del dolor del que no ha sufrido la experiencia es alto, mantiene el dedo sobre la llama más tiempo que cualquiera quemado y condenado. Seducido por la luz, el color, lo prohibido lleva el índice una y otra vez hasta que el dedo recalentado le provoca un dolor agudo. Entonces retirará la mano pero seguirá absorto mirando la llama. Y cuando la piel sane volverá a intentarlo. Yo creo, yo amo, piensa ella.
Aquello parecía tirado de los pelos.Tan a contrapelo se sentía. El retumbe de él exigiendo más orden, que la casa lo agobiaba, que el desorden creaba la disociación, fue el colmo. Entonces decidió que anotaría palabras repetidas por él así recordar los momentos vividos con ella: incordio, infamia, inferido, inferente, imposible, inmediato, indeseable, indeleble, impuesto, imposición, impensable, imprimido, intolerable, inconcluso, interpuesto, in extremis, incubo, intransigente, instante, interés, incansable, infinito, interior, intensamente, insistente, inclasificable, infabulación, inmediato, interludio, intermezzo, insalubre, indoloro, inmanente, indiferente, insondable, inmenso, inmerso, ingrata, inflama, inimaginable, inquisición, inquisidora, inflable, influjo, internado, internacional, insustituible, insufrible, in totum, in focus, inintelegible, intolerante, insurgente, ímpetu, inenarrable, in memoriam, inmemorable,inextricable, in situ, inconcluso, incólume, intangible, in grosso, incongruente, in gloria, inratio, impopular, inagotable.
Tal cual él reclamó ella se expuso a lo real, a lo monstruoso del relato propio. Entonces la soga que él había guardado cuando trasladaron el refrigerador, se le presentó, tras la valija vacía dentro del armario.
Ella lo confronta con la soga en la mano hasta exasperarlo a tal punto que él confiesa un malestar consigo mismo y una ligera empatía con su idea. Ella propone, entonces, suicidarse juntos para finalizar el sufrimiento de ambos. Ayer fue el día de la cita y ella no espera más.
"El médico encargado de hacerle la autopsia a la señorita Cuzin de Marsella, muerta misteriosamente, concluyó: suicidio por estrangulación." Noticias en tres líneas de Feneón
No hay comentarios:
Publicar un comentario