Acanalado
Puedo recordar un tiempo, ha sido
Decir un tiempo, aún no ido
Quiero un tiempo no ido
¿Habrá existido?
un tiempo ex-ido
un tiempo ex-ido
¿Quizá han oído?
Una vereda ancha de baldosas acanaladas
grises, empastadas, amarillas desencontradas,
barbudas verdes, sin escardillado
amuralladas, muro grueso, gris, alto,
con hueco en viga hormigonada
armada con cuatro de media pulgada
tiempo de portland, arena, pedregullo
hierro barato al kilo, en barracas
barriales de la periferia
Esa horizontalidad es lo que añoro
y replico reteniendo; es necesario
para la buena vida: una vereda ancha
con árboles, madreselva en flor
parasitando al tronco, muro para
sentarse en barra a charlar
sobre la última serie o descansar
antes del próximo picadito,
jardín en cantero acanalado
para lucir el ama de casa
Portón con pasador, verde, rojo antióxido
amarillo, blanco, gris, descascarado
Viste la que te dije, lo pintó anaranjado
Siempre notando-se, no puede ni con ella misma.
Época estival del estío y hastío
Lo que me recuerda esos barrios
de aquí, a la vuelta, en Montevideo
Por ello no me sorprende la noche
pidiéndome salir cual pirata
a robar brote en flor
enredadera verde de hojas rastreras,
trepadora; enhiesta al tutor
Al enhilar quiero atrapar
época, noche, vida, muerte
detener enterrando cada hurto
en tierra amojonada y húmeda
Y sacar, en espera, al sol surco
Pide tiempo fuera la oración
Pide tiempo fuera la oración